miércoles, 8 de septiembre de 2010

Fanatismo...Cristianismo radical...

Esta no pretende ser una declaración doctrinal, ni la verdad única... si así fuera, caería en lo mismo sobre lo cual pretendo simplemente reflexionar...

Fanatismo es una palabra usada muy "cristianamente", "debes ser un fanático de Dios.".. un loco por Jesús, y como sinónimo de aquello se utiliza la expresión, "sé un cristiano radical... o sea ahora debes quemar toda tu música "mundana", debes separarte del mundo para consagrarte a Dios, debes dejar de ser tú y amoldarte a lo que una sana doctrina (o inquisición??) dictamina"...
Los cristianos llamados radicales fueron llamados así porque justamente no se conformaron a la ley imperante, al status quo, a la inercia religiosa y legalista...

Fanatismo huele a intolerancia, huele a la imposibilidad de diálogo, huele demasiado a un paquete de cristiandad impuesto... se buscan leyes "cristianas, con olor a evangélicas" que solo benefician a los evangélicos y sus conciencias, sin pensar en el bienestar de la comunidad...
Fanatismo huele a legalismo y a sectarismo, huele a la "voz del que habla más fuerte, golpea la mesa y toma la decisión"... ser un fanático significa "no tranzar tu creencia, juzgar a aquel que es diferente, que vive y cree diferente, y por supuesto jamás incluirlo en tu núcleo de amigos...es una aberración"

Cristianismo radical tiene que ver con algo totalmente antónimo... mientra fanatismo es una fe impuesta... radicalismo es una fe propuesta por el Maestro...
mientras fanatismo es un cerrarse en la propia opinión, radicalismo es una apertura al mundo, al otro, es un darse en y por el bienestar de mi próximo...
Cristianismo radical tiene que ver justamente con darse al mundo, con renunciar a las intolerancias y prejuicios y desenvolverse en la vida como un ser humano más, siguiendo las huellas del Maestro de Nazaret, carpintero, comedor y bebedor.. quien hablaba con mujeres y las aceptaba como discípulas, quien recibía niños quienes se posaban a sus pies... que comía con prostitutas y rechazados...

Deja una huella en el mundo, como una persona más que tomó la propuesta de amor y justicia radical de Jesús, la hizo suya, y dedicó su vida a compartirla con los otros...

miércoles, 1 de septiembre de 2010

La oportunidad en el desierto...

...El desierto, allí donde no queda nada... lugar inhóspito, vacío, eterno... lugar donde sí o sí tienes que enfrentarte a ti mismo... donde caen las caretas, las sonrisas que utilizas a diario para complacer a los demás, a ti mismo y a Dios...
...En el desierto se desmoronan los discursos, las frases, los argumentos... en el desierto no sirven las defensas por tanto tiempo elaboradas...
...En el desierto estás tú frente a ti... y ya no sirven las excusas, las justificaciones, no puedes culpar a otros...
...Te miras a los ojos y debes, necesitas perdonarte, reconciliarte con el niño pequeño que llevas dentro y que ha sido dañado... necesitas pedir perdón... necesitas enfrentar tus áreas oscuras que tanto te han lastimado y tanto han lastimado a otros...
...En el desierto hay espacio para el silencio, para la espera... para la paciencia, para sentir el dolor, para mirarlo de frente...
...En el desierto hay tiempo para amarte, mirar tus arrugas, tus rollitos, tus imperfecciones y aprender a vivir y a sanar...
...En el desierto opera Dios, cuando sientes que eres frágil, desnudo... cuando nada puedes ocultar... entonces permites que Dios traspase tus barreras, bajas las defensas... alzas las manos y simplemente te rindes... para que Él empiece a operar...
...En el desierto dejas atrás los imposibles... dejas de darte de cabeza contra la pared por aquello que pudo ser, que pudiste hacer y no hiciste... lo que está en el pasado ya no cambiará... pero tu presente y tu futuro es lo que te queda...